Cómo consumir la fibra necesaria: alimentos y tipos de fibra

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La fibra es un componente que se encuentra en los alimentos vegetales. Como no se digiere ni se absorbe, no aporta calorías, a diferencia de nutrientes como las grasas o los hidratos de carbono. Sin embargo, sí que tiene determinados beneficios para nuestro organismo.

Alimentos con fibra y tipos de fibra

Existen dos tipos de fibra, la soluble y la insoluble cada una con sus funciones. La fibra soluble está formada por componentes capaces de absorber mucha agua y que forman geles viscosos. Sirve para nutrir la flora bacteriana y además también ayuda a ralentizar la absorción de grasas y azúcares, lo que contribuye a controlar los niveles de colesterol y glucosa en sangre. Principalmente los alimentos en los que se encuentra este tipo de fibra se encuentra en las legumbres, los cereales (avena y cebada) y en las frutas.

Por otro lado, la fibra insoluble, con capacidad de absorber muy poca cantidad de agua, actúa a modo de escoba del intestino, aumenta el volumen de las heces y disminuye su consistencia, por lo que reduce el tiempo de tránsito, contribuyendo a prevenir el estreñimiento. Aunque la fibra insoluble se encuentra en diversos alimentos de origen vegetal como los cereales integrales, una de sus principales fuentes es el salvado de trigo que, se sabe que, contribuye a acelerar el tránsito intestinal.

Los expertos recomiendan realizar una alimentación saludable que incluya cada día distintos alimentos ricos en fibra para alcanzar como mínimo los 25 g de fibra.

Si queréis aumentar vuestra ingesta de fibra protagonizad vuestra alimentación con alimentos ricos en  fibra. Tomad nota de estas recomendaciones. Una alimentación rica en fibra debe incluir el consumo diario de:

  • Entre 4 y 6 raciones de cereales y derivados integrales, ya que los refinados contienen menos fibra.
  • Al menos 5 raciones frutas y verduras.

Y cada semana: 2 a 4 raciones de legumbres y de 2 a 7 raciones de frutos secos.